Empresa “Desatascos Calaboca” (21/02/2016)

Freelander-desatascos

Si algún día tienes un problema con un atasco, puedes llamar al Capitán Agulla, al Capitán 5G (que seguro que estará encantado de colaborar) o a mí. Haremos lo que haga falta para desatrancar lo que sea. Quizás no seamos los más sutiles del mundo, pero arreglamos los desatascos, eso está garantizado. Y si la cosa se pone fea, llamamos al Freelander (usando el reloj inteligente, como si fuera el coche fantástico) para que nos eche una mano. 

Podríamos montar una empresa de “hacemos de todo” porque al final, nos toca hacer trabajos de todo tipo y si no sabemos lo aprendemos en Youtube en lo que tardamos en meternos en cama y echarnos a dormir. En realidad es de lo más entretenido.

¿Cuál era el problema?

En Vian, hay dos prados pegados al río que se usan para recoger la hierba para las vacas cada vez que se ensila. Para pasar de un prado al otro hay un pequeño puente para cruzar el río. Después del mal tiempo que hizo ese invierno, es normal que baje por el río muchas ramas y mucha porquería. Todo eso se queda atascando en el puente y claro, si hay mucha lluvia y crece el río puede desbordar por allí y repartirse el agua por el prado. Entonces el señor Félix (el padre del Capitán Agulla) va de vez en cuando a ver si había mucho atasco para quitar las ramas y dejar que el agua pase sin problemas.

Un día llegó a casa diciendo que había allí una cepa de un árbol enorme y eso no pasaba por debajo del puente ni de broma. Estuvo un día o dos, en los que fue allí solo, estuvo peleando con la cepa, con cuerdas y un tubo de hierro, a ver si era capaz de moverlo y sacarlo de allí, pero no pudo obviamente. Así que después tuvo que recurrir a la empresa para todo “Desatascos Freixide”, que básicamente somos El Capitán Agulla y yo (porque el Capitán 5G se escaquea, y solo viene por Freixide en el mes de Agosto…). Como a nosotros no nos echan para atrás ese tipo de trabajos, nos enfundamos la ropa de trabajo y nos fuimos con Félix en el Freelander a por la cepa del árbol y con convicción de que la íbamos a sacar sí o sí.

Manos a la obra

Una vez allí, después de pasar por el prado con el coche y de que Félix dejase alguna rodadura por el prado (de esto último que no se entere Amparo, la madre del Capitán Agulla), nos plantamos al lado del puente y nos acercamos a ver lo que nos íbamos a encontrar. Cuando llegamos allí, nos quedamos un poco flipados con el pedazo de cepa que nos encontramos. Nos esperábamos algo más pequeño, pero no aquello tan grande. 

Cogimos unas cuerdas y las atamos a la cepa. Después con los tubos de hierro estuvimos haciendo palanca contra el puente y empezamos a moverla y a ir desatascando el resto de ramas que había por allí, pero por mucho que peleábamos, aquello no había cristo que lo moviese. No recuerdo cuál de los 3 presentes tuvo la idea, pero se escuchó un “¿Y si enganchamos las cuerdas al Freelander?”. A partir de ese momento todos fueron gritos eufóricos de “¡¡venga, venga, que así seguro que sale!!”. Yo me fui al Freelander, el Capitán Agulla enganchó las cuerdas y el resultado es mejor verlo en imágenes en este vídeo que comentarlo con palabras:

¡Tira máis!

El «¡¡tira máis!!, ¡¡tira máis!!» del Capitán Agulla funcionó y la empresa “Desatascos Calaboca” no defraudó, como se ha podido ver en el vídeo. Conseguimos sacar la cepa, aunque destrozamos la mitad de la cuenca del río al arrastrarla. No fue tarea fácil, pero conseguimos lo que queríamos. Como puedes ver, no es que seamos muy finos en nuestras tareas, pero los objetivos siempre se acaban cumpliendo. En cualquier caso, como es habitual, pasamos un rato divertido aunque sea trabajando. Después arrimamos la cepa al río donde no estorbaba y nos volvimos para casa. Esta vez no hicimos ninguna rodadura y por el camino íbamos riéndonos al ver repetido el vídeo que dejé arriba. ¿Cuáles serán los próximos desatascos? Quién sabe…

Todo esto estuvo muy bien, pero… ¿Había truchas en el río? Pues no, no las había, fue lo primero que hicimos al llegar como cada vez que llegamos a un sitio con agua, sea un río o un charco de agua. La mentalidad de la pesca siempre está ahí. No seremos grandes pescadores, pero miramos por si acaso. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *