¡¡Veñen ahí!!
Eso es lo que gritaba un señor mayor, que cogió su caña de pescar y su cubo y salía corriendo de repente hacia su coche. Nosotros nos acercábamos en ese momento hacia la punta del puerto y el señor pasó volando por nuestro lado. Pero no, no es que hubiese visto que somos «Los Calaboca» y le hubiese entrado el pánico, aunque ya nos gustaría meter tanto miedo… Lo que vio aquel hombre era la guardia civil cogiendo la rotonda de la carretera y que bajaban dirección al puerto… En esa época multaban si te veían en el puerto pescando.
Entonces, ¿Somos una hermandad del silencio, por eso de «cala boca»? No… ¿Somos un club de pesca? Tampoco… ¿Somos 4 gatos? Pues la verdad es que sí, somos 4 gatos, a los que sí que nos gusta ir de pesca y recordar esos días. Hay días que no ocurre nada anormal, pero hay otros (la mayoría) que siempre hay alguna chuminada que merece la pena dejar por escrito y eso es lo que hacemos.
¡¡Y estos somos nosotros!!

Capitán Caballa

Capitán Agulla

CapitAna

Pescailla Blanca

Grumete Machacona
Capitán Caballa
Es el sevillano infiltrado en Galicia y creador de este blog de batallitas, que actúa como un gallego más. Cuando está en Galicia no tiene acento sevillano, pero cuando vuelve a Sevilla lo recupera. ¿Qué relación tiene con el Capitán Agulla? Pues cuñados!!, ¿qué iba a ser de un aficionado a la pesca sin un buen cuñado aficionado también?
Como es obvio, le encanta ir de pesca desde pequeñito y de vez en cuando, ver tropecientos videos en internet de trucos, cebos, montajes… todo para el sargo. Pero… de momento se le dan mejor las caballas… porque los únicos sargos decentes que ve son los de los videos… No suele perdonar una escapada de pesca. Tiene una mente «infantiloide», pero eso tampoco tiene por qué ser malo. Aquí lo tenemos rodeado de florecillas del campo:

Hizo buenas migas con el Capitán Agulla y 5G desde el principio, así que le gusta juntarse con los dos para pasar buenos ratos de risas y meterse con ellos. Además de la pesca, es (era, el tiempo ya no le da para ello) muy amigo de las consolas y de carpintear con la madera usando sus escasos recursos y conocimientos en la materia.
Capitán Agulla
Es el Mac Gyver de los hierros. Su profesión es soldador y es capaz de hacer cualquier cosa con hierro. Es gallego y le gusta ir de pesca a cualquier sitio y a cualquier hora. Nunca decía que no a una escapada de pesca… Ahora tiene que hacer cálculos como casi todos. Es lo que tiene tener niños… Aquí podemos verlo en una caseta, recordando sus viejos tiempos y siempre con alguna herida de guerra, como podemos ver en el dedo:

Aunque a veces está un poco taladrado de la cabeza, es buena gente. Pasar tiempo con él es dar pie a que surja alguna anécdota de esas que recordarás muchas veces. El Capitán Caballa lo sabe y por eso se juntan cuando pueden. Es especialista en capturar agullas a 40 metros del pedrero. Hasta después de un buen botellón durante toda la noche, ha cogido su caña (de reenganche) y ha sacado una buena agulla. Eso sí, después se echó a dormir encima de una piedra. Parece que era cómoda…
Ahora parece que ha cambiado y se ha centrado bastante porque a veces tiene que decir «no» a la salida de pesca para atender sus responsabilidades y antes… antes eso no ocurría ni de broma.
CapitAna
Pasó a formar parte de Los Calaboca más tarde, porque le cogió el gusto a esto de coger una caña y sacar peces del agua. No sabemos si antes lo había probado alguna vez, pero se envició. Es la novia del Capitán Agulla y tienen una niña en común. No hay que ser muy listo, para saber cómo se llama por su apodo, aunque también tiene un «María» por ahí detrás que odia que le mencionen… Aquí la tenemos metiéndose un buen plato de lentejas entre pecho y espalda:

¿Por qué en bata de casa y con sombrero de paja mientras come lentejas? Es mejor ni saberlo… Parecía algo tímida de cara al público, pero cada vez la vamos conociendo más. Casualmente, el hecho de que su perrito Lolo se mease en los zapatos de su suegra le causó unas risotadas que no era capaz de frenar… «Parecía» darle ánimo al perro para que repitiese…
Ahora no sale de pesca, porque se queda con su hija en casa, pero hubo unas últimas salidas en las que era ella la que “calaba a boca” de los capitanes Agulla y Caballa. Pescaba más que ellos. En cualquier caso, el Capitán Caballa sigue esperando a que se le pase la timidez y que suelte todo lo que lleva dentro. Seguro que nos sorprende.
Pescailla Blanca
Tardó en formar parte de los Calaboca, porque vivir en Sevilla y venir a pescar única y exclusivamente a Galicia, no es algo que sea muy sencillo de compaginar, pero por fin ha sido incluida en este selecto club. Es la hermana del Capitán Caballa y vive en Sevilla (no como el desertor de su hermano). Es bióloga, así que controla de animales. Además, se pegó un año limpiando pescado en un laboratorio de Granada, así que algo sabrá de esto.
Como la cosa va de peces y llamarle «merluza» a la cara, suena un poco insultante, nos hemos quedado con «merluza pequeñita», que es lo que se conoce como una «pescailla». Y si a eso le añadimos su color de piel, que le hace competencia a la leche, pues ya tenemos bautizada a nuestra bióloga favorita.
Ojo y que no te arree un collejón que ahora se está poniendo cachas y está encontrando músculos donde antes no los había. Aquí podemos verla recién salida del gimnasio:

La cuestión es que el Capitán Caballa, cada vez que ella va a visitarlo, le insiste 40 veces en que traiga su caña Mitchell y que no se le olvide, para que puedan salir a pescar y echar el ratito. Cuando se juntan, echan de menos al «feo» con el que iban a pescar de pequeñitos y que fue quien les metió esta bonita afición en el cuerpo. ¡Cuántos recuerdos!
Grumete Machacona
Es la más jovencita del equipo. No había probado la pesca hasta hace muy poco, porque por edad, todavía era bastante peligroso que se acercase a puertos y pedreros. Es una mezcla de raza gallega y andaluza porque básicamente es la hija del Capitán Caballa y es muy muy curiosa. De ahí su nombre. Cuando le da la venada periodística te machaca a preguntas y no para. Puede llevarse todo el día haciéndote preguntas que nunca serías capaz de responder.
Si le haces una pregunta para que elija entre dos cosas, nunca obtendrás una respuesta por su parte. Siempre responde «las dos». Quizás ese sea el motivo por el cual la pesca, lo mismo le encanta (cuando hay picadas y está la cosa interesante), que le aburre (cuando la cosa se para y hay que estar bien pendiente de la boya). Es posible que no sepa decidirse entre entretenimiento y aburrimiento. Pero de momento parece que quiere seguir yendo a pescar nuevamente.
Aquí la tenemos con una mirada muy penetrante, aunque ormalmente, no tiene unos ojos tan redondos, pero ese día se le puso cara de dibujo animado:

¿Su animal preferido? ¿Un pescado? No, ni en broma. Es el caballo, obviamente, al igual que a su tita Pescailla Blanca. Ve un caballo y esos son los ojos que se le ponen.
Le encanta pintar y no lo hace nada mal y ya iremos publicando algunos de sus dibujos, que son bastante chulos y así los tenemos también de recuerdo.
Ya tiene su propia caña y ya nos ha dado alguna paliza pescando, así que no nos podemos fiar de su cara de buena, porque se puede convertir en una pescadora muy competitiva. Pero cuando alguien le gana… le corroe la envidia y seguramente en sus pensamientos le encantaría apalear al que va ganando para poder ganarle.